La muerte de Narciso


Pues bien, ¿cómo nos conformamos como sujetos?, resulta que esta pregunta ha sido abordada por los filósofos de la modernidad. Pero tambien por el psicoanálisis.
Entonces, para los fines que ésta página persigue nos centraremos en la respuesta que da a tal cuestión Lou Andreas-Salomé.
Lo primero que hay que enfátizar es la interrogante misma, ya que indagar por la "conformación" del sujeto implica asumir que ser sujeto es un proceso y no un apriori, esto quiere decir que uno no nace individuo, se va haciendo. Ser sujeto, se logra a través de un desarrollo del yo, lo cual, es una fase que todos compartimos.
Es decir, el desarrollo del individuo se da -primero- por medio de la desintegración con la madre y de otra segunda desintegración, esta vez, del mundo. Al momento de nacer me convierto Uno con todo el universo, no hay fronteras físicas para mí. Aunque, en algún momento de mi infancia me doy cuenta que si existen límites corporales, que poseo una consistencia material, lo cual conlleva a una pérdida. La verdadera tragedia del ser nacido no es nacer, sino volverse una individualidad; entonces, ganamos una identidad, un Yo, pero pedermos el todo, el ser universales. El tener límites morfológicos nos hace individuos, pero también, nos hace perder la indivisibilidad con el mundo. Ganamos ser personas, pero perdemos Ser uno con todo. Por tanto, hay un cambio de ontología del Todo al Uno, de lo Universal a lo Particular.
Nuestro Ser, ahora que está separdo de todo lo demás,ya no es ilimitado. Por lo que conformarse Yo entraña tanto pérdida y desgracia, como recompensa y gozo. Pero hay un dato más que Lou nos ofrece: de la conformación del Yo surge inmediatamente el Objeto; se entiende entonces que la génesis del Yo como Sujeto implica necesariamente al Objeto, puesto que al diferenciarme del Todo, ahora existe el no-Yo es decir, los objetos.
Entonces, Kant tenía razón en decir que la estética trascendental es condición dada por el sujeto; el psicoanálisis llega a la misma conclusión pero por otra vía: los objetos surgen por medio del placer y el displacer, por tanto son un producto del proceso que atraviesa la líbido humana, siendo así que dependen absolutamente del sujeto.
Lou Andreas-Salomé nos regala una imagen preciosa para ejemplificarlo: nos dice que Narciso -el ser de la leyenda- al posarse en el agua no se vió a sí mismo sino al todo, él era uno con la Naturaleza. Y es por eso que él quizo tocarse, pues incluso el agua era parte de su ser. No está consiente de su individualidad y por tanto es victima de su propia ilusión. A este proceso, el psicoanálisis y Lou lo llaman acertadamente narcisismo, el cual comienza con la muerte de la integridad y el nacimiento del Sujeto.